de Ketama a Fez

Así pues despertamos en Ketama, población conocida internacionalmente por lo mismo que La Rioja, pero por otra variedad agrícola. Hotel Tighdine, un oasis de paz en medio del bullicio comercial. En éste, como en la mayoría de los de la ruta, éramos los únicos huéspedes.

No faltan agentes comerciales ni telefonos moviles, se hablan todos los idiomas del mundo y si no quieres nada ¿para que has venido, amigo?....

Antes de salir ya vas pasando de nuevo por los bosques de cedros, estamos a una altura considerable y el frescor de la mañana te despierta del todo.

Montaña tras montaña, alli esta "la enzarpada"en lo alto, aun queda atravesar mucho Rif, parece observarlo desafiante.

Otra mirada...

Chilabas paseantes una mañana de ramadan, que no causan escalofrios por la espalda .

El medio de tranporte más utilizado del Rif. Lento pero seguro, como aquí dicen "La prisa mata".

A veces el asfalto te da sorpresas agradables, lo malo es que no sabes hasta dónde, y esto puede ser bruscamente.

Otra ventaja añadida al transporte por cuadrúpedos, es la compatibilidad con los acompañantes de a pie, siempre conversando. Todo lo contrario a una moto.

Poco a poco las montañas se transforman en llanuras, hace más calor segun nos acercamos a Fez, dirección sur.

Los rios ya se pueden atravesar, este puente todavía llevaba una corona que celebraba la boda real.

De camino a un zoco a vender ganado, la parte inferior es un minibus. Hulk aprovecha la ocasión para entablar amistad con los de la furgoneta.

Curvas suaves entre colinas peladas, suave descenso. Curioso que la segunda noria de agua que recuerdo funcionando esté en el desierto.

Fez, ciudad mítica y laberíntica, rodeada de murallas y de guías ¡motorizados!. Queremos un garage para guardar las motos y dar una vuelta por la medina. - Claro amigo! - Nunca dicen que no.

Y los chicos en el ciber peleando guerras virtuales, como en España.

Antiguo hotel para personas y ganado.

Telares, siguen funcionando como hace centenares de años, Fez es famosa por sus textiles y por su curtido de cuero.

Y ahí esta la factoría del cuero, hace falta tener el estómago fuerte para entrar en sus patios. Un poco más adelante nuestro guía se las pira al ver a la policía y nomo es natural, nos perdemos en la medina. Con la suerte de perdernos al lado de un garito con aire acondicionado y comida en horas de ramadán!

No hay prisa, lo que ocurre es que hay mucha gente y las calles son estrechas. Nosotros cómodamente perdidos y las motos en el garage a la izquierda de la puerta Bab Fthou.

Un país de contrastes. Cuando pasamos por tercera vez ante el Mercedes, reconocimos que nos habíamos perdido.

Garaje en Fez, es conveniente recordar por cuál de las puertas de la ciudad has entrado, en este caso Bab Ftouh. Hubo que mover sólo dos coches y tres motillos para albergar a las nuestras.

Aquí, las vías que se abren en la cuneta de la carretera llevan a tiendas con gente bereber que venden fósiles. La mujer que nos invita a ver las piezas que tiene en su casa era dueña además de este burrito precioso. - No preocupa por las motos aquí, aquí no árabe, aquí bereber!