El Todra

Amanece un día despejado, desandamos el camino hasta la entrada de la garganta para encaminarnos a la del Todra.

Tinghir es una ciudad alegre, una etapa turística.

Otra vista de la ciudad, enorme palmeral, Kasbas y Kasbas.

Aka: A los oriundos les gusta mucho mi moto. Todos coinciden en que es muy buena, yo también, aunque no digo que tengo en mente una máquina que no se arredre ante el barro, la arena o las piedras.

Las gargantas del Todra, en temporada turística se convierten en una gran galería comercial con puestos de venta de todo tipo a ambos lados de la carretera.

Hotel tipo Riad en construcción. No paran de construir. Por la carretera se ven muchos camiones con materiales.

El paisaje de esta zona es mucho más árido que en el Dadés, también la gente parece estar menos acostumbrada a los extranjeros.

Tamtattouchte.

Una gran altiplanicie que no parece tener fin.

AKA empeñada en volver al Dades por pistas, le quito la idea, la enzarpada ya estaba herida.

Hasta este punto llegamos, aunque la carretera era buena y nos prometia paisajes en una llanura interminable, se nos hacia tarde para llegar con la luz del dia a nuestro hotel del Dades. Ademas se estaba formando una tormenta por donde teniamos que regresar

Las lluvias del día anterior han hecho que las montañas se deshagan sobre la carretera en algunos puntos, llenando el pavimento de barro rojo altamente resbaladizo.

Mientras Hulk está arreglándose la barba en la peluquería - por cierto que las navajas tradicionales están prohibidas en España, incluso para los barberos! Motivos de salud- , yo me acerco al taller para conseguir más repuestos para mi cola.


El objetivo que buscábamos: resulta que no es una base secreta militar ni nada de eso, es una megaUrbanización. También a la salida de Ouarzazate vemos una parecida con 300.000 viviendas planificadas.

Anocheciendo justo antes de entrar en el valle, mas tarde AKA se topo con un aluvion de barro y piedras sobre la carretera y resbalo. Consecuencias: Una uña rota, roces ligeros en la enzarpada y el pedal del freno doblado.(una foto que se perdio, documento su sonrisa momentos despues).

Los solteritos del Hotel Panorámico. Al final acabo un poco harta de las atenciones de Hussein, que nos enseña además el alfabeto bereber, pero es simpático y nos llevamos tan buen recuerdo que les dejamos marcados con los colores kosacos.